El mal Atlético se ceba con Asenjo

Sergio llego al Calderón como uno de los porteros más prometedores del fútbol español, a sus 18 años ya fue titular en el Valladolid y la temporada pasada se consagró como una gran promesa bajo los palos, pero a partir del pasado verano todo cambió. Su traspaso era un secreto a voces antes de que terminase la temporada y se cerró finalmente en 5 millones más Diego Costa, que está haciendo una buena temporada en Pucela.

Este año el portero palentino cuenta sus partidos por decepciones, hasta el punto de que ha perdido la titularidad en beneficio del canterano De Gea que ayer se lesionó contra el Galatasaray y Asenjo tuvo que salir desde el banquillo para suplirle, con tan mala suerte, que a los 7 minutos del cambio empatan los turcos, con cantada incluida en una salida a destiempo en la que no llega a atrapar el balón. Fue el colmo del gafe, otra decepción más para la afición rojiblanca, un nuevo palo para la carrera de Asenjo y los rumores sobre su posible salida del Atlético aumentan.

No es la primera vez que esto le pasa a un portero que ficha por el conjunto colchonero, todos recordaremos la cantada de Toni en la final de copa ante el Espanyol, su ex-equipo, pero yo quiero recordar otro caso que se asemeja mucho con el de Sergio Asenjo, y es el de Sergio Sánchez. El parecido no está solamente en el nombre. Sergio Sánchez militaba en segunda división con el Real Sporting, su proyección parecía ser muy grande, deslumbró en las categorías inferiores del conjunto asturiano y no defraudó en su debut con el primer equipo. Con 23 años se fue de mareo en busca de un gran futuro, pero se quedó en poca cosa. Sus dos años en el calderón fueron en segunda y jugó 15 partidos en total, encajando 16 goles, un auténtico chasco. Estuvo cedido el Espanyol, donde debutó en primera disputando 6 encuentros, volvió al manzanares para pasarse un año en blanco y posteriormente fichó por el Getafe, donde vivió su mejor año, ascendiendo a primera división y disputando 21 encuentros. Otro año en el equipo azulón le llevó a disputar ocho partidos y volvió a segunda de la mano del Hércules, se fue a jugar al fútbol holandes y regresó a Gijón para ser suplente, vivir un ascenso en el banquillo y marcharse por la puerta de atrás tras una nefasta actuación en el regreso a primera del conjunto rojiblanco.

Espero que Asenjo no tenga tan mala suerte, pero por el camino que lleva, no me atrevería a poner la mano en el fuego por él, porque, aunque pienso que es un gran portero, todo parece indicar que sufre la maldición que tantos y tantos futbolistas sufrieron tras pasar por el Atlético de Madrid.