Para llegar a la gran final el Atlético de Madrid ha dejado por el camino a Marbella, Recreativo de Huelva, Celta de Vigo y Racing de Santader (el único de Primera División) y el Sevilla ha tenido que recorrer un camino mas complicado eliminando a Atlético Ciudad (el único que no era de Primera), FC Barcelona, Deportivo de la Coruña y Getafe.
Esta final es inédita, aunque no lo son los finalistas. El Atlético ha disputado 17, ganando 9 de ellas, mientras que el Sevilla tiene un mejor porcentaje ganando 4 de 6 disputadas. Si gana el Sevilla se acabaría una racha de 8 años sin repetir campeón, ya que la ganaron hace 3 años (en 2007) frente al Getafe, pero de hacerlo el Atlético la racha seguiría y ya serían 9 ediciones consecutivas con un campeón diferente en cada una de ellas.
Y es que el club colchonero no gana el título desde 1996 cuando se impuso en La Romareda al F.C. Barcelona por 1-0, con un tanto conseguido en la prórroga por Milinko Pantic. Por aquel entonces el Atético de Madrid era entrenado por Radomir Antic, la alineación estaba compuesta por Molina, Geli, Santi, Solozábal, Toni, Caminero, Vizcaíno, Pantic, Simeone, Kiko y Penev y el árbitro del encuentro fue el asturiano Díaz Vega. Muchos jugadores y demasiados cambios de rumbo han sucedido en el manzanares desde entonces y, aunque en 1999 y 2000 también se plantaron en la final, no han vuelto a conseguir la Copa del Rey.
Menos cosas han sucedido desde que el Sevilla ganara su último título ante el mismo rival al que eliminó esta temporada en semifinales, el Getafe. En 2007 la final se disputó también en el Santiago Bernabeu, y la alineación del Sevilla no ha sufrido demasiados cambios desde entonces: Palop; Dani Alves, Javi Navarro, Escudé, Dragutinovic, Jesús Navas, Poulsen, Renato , Puerta (DEP), Luis Fabiano y Kanouté. Los chicos que por aquel entonces dirigía Juande Ramos ganaron por 1-0 con gol de Kanouté en el minuto 10. El fallecido Antonio Puerta disputó aquella final y ahora sus compañeros sueñan con dedicarle la que sería la quinta Copa del Rey en las vitrinas del Ramón Sánchez Pizjuán.
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